domingo, 6 de octubre de 2013

Otoño permanente

El maldito otoño llega cuando
ya todas las hojas han caído.

Mueren cada día
cientos, miles
de hambre, de frío, de guerra.
De miseria o de mentiras.
Y nosotros no nos inmutamos
porque quedamos atrapados
en un otoño que aún no había llegado,
peor que si hubiéramos muerto.

Mueren cada día
cientos, miles
de miedo, de armas,
de corrupciones ajenas.
Y nosotros no nos inmutamos
porque nos mostraban el dolor
y aprendimos a verlo;
nos mostraban la muerte antinatural
y aprendimos a verla.

El maldito otoño llega ahora;
cuando estaban cansados
del viento que no cesa,
de sobrevivir a una tormenta
que no calma,
del frío que no entiende de calendarios.