Tengo el privilegio de parar,
de pararme
y también el de continuar,
el de continuarme.
Tengo el privilegio de oír,
de oírme
y también el de escuchar,
el de escucharme.
Tengo el privilegio
de decidir
de decir no,
de decir sí,
de no decir nada.
Tengo el privilegio de abrazar
y ser abrazada,
tengo el privilegio de besar
y ser besada.
Tengo el privilegio de oler
y de sentir, sea verano, invierno,
noche o día.
Tengo el privilegio de estar sana
en pleno 2020
y de hablar de sentimientos y sensaciones
con quien yo quiera.
Tengo el privilegio de cambiar,
tengo derecho a ser de forma propia.
A actuar, a pensar, a sentir.