sábado, 23 de julio de 2011

Noche marítima

La forma de tu mano
guía mis pasos en la arena
que acompaña al mar.
Te piso con firmeza
y me miento,
me digo que ya no existes.

Inerte al tiempo o al espacio,
sin reloj de aguja
ni kilómetros cuadrados
la luna te cuida,
sin la vigilancia
de una noche marítima.

Ojalá fuera ella
oír solo las notas
que forman las olas
y el ritmo
del chiringuito de al lado,
pero solo escucho tu nombre.

SU NOMBRE,
recuerda que ya no existe.

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