lunes, 21 de noviembre de 2011

Cirros en la infancia

Mientras,
los cirros más norteños
besan a aquellas montañas tan ligeras
matando la última línea luminosa
capaz de embarcar
el más profundo de mis hastíos
en este día que ya fallece.

Minutos más tarde,
sonrío a los grises más extenuantes
de cielo inmenso, de tierra inmunda;
gris, grises
apagados, rotos, amarillentos que me rodean
cuando el rosa más centelleante
que grita al universo se marchita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario